La séptima jornada de liga en forma de concentración, merecía semejante marco.
En el extremo sur de Tenerife la tierra cae de bruces sobre el Atlántico, sobre él, se erige el que fue epicentro ajedrecista este fin de semana.
Al atardecer las rocas muestran sus lenguas de fuego al igual que cada jugador en su partida.
El sol provoca efectos de luz que atrapan los sentidos y liberan la fantasía también sobre el tablero.
Y si el entorno que nos rodeaba era digno de admirar y conocer, con la mente abierta, también lo que dentro acontecía.
En Preferente: Caissa Enroque pierde con Canarias 64, Piratas pierde con Sauzal, Círculo de la Amistad empata con Al Shah Mat y Rey Ahogado pierde con Ébano Barrio Nuevo.
En Primera: Caissa Enroque pierde con Fundación Cajacanarias, Ébano gana a Librería Barco de Papel, El Recreo empata con Al Shah Mat B y La Victoria 94 gana a Playa San Juan.
En Segunda: Santa Úrsula pierde con La Caja B, Piratas gana a Aurora, Chiñaco pierde con Los Realejos C y Victoria 94 gana A Ébano Barrio Nuevo C.
En Tercera: Badnor B gana a Escaque a2, Caissa Enroque gana a Benito 2014 por alineación indebida, aunque el encuentro termino en tablas.
Ébano D pierde con los Laureles, Sauzal C gana al Arona, Sauzal D pierde con Canarias 64 B, Ébano Viña Nava gana a Fundación C, Al Shah Mat D pierde con Playa San Juan B y descanso para el Icodense
El final de la primera vuelta será el principio de una nueva historia donde cambiarán los colores, pero no la intensidad en cada jugada, en cada casilla buscando la ventaja.
Entre las rocas, bajo las que baten las olas, se refugian gaviotas patiamarillas.
Entre las grietas crecen especies resilientes.
Y en la sala de juego; cara y cruz.
Entre los que pierden la promesa de que no más.
Entre los que ganan o entablan la algarabía contenida.
Y fuera: mar y roca.
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