¡Hoy me he levantado tempranito, porque tengo que cumplir una importantísima misión!
Zarparé en mi barco velero esta tarde de marzo, después de replegar las lonas que lo cubren. Mis piezas han aprendido a sortear el salitre de la marea embravecida. El timón astillado, de los intentos de variar el rumbo cuando las olas embisten, no es el de antaño, pero aún se puede distinguir la imagen de mi vieja amiga grabada en la madera gastada.
La miré de arriba abajo y le pregunté si sería tan osada de acompañarme de nuevo. Debió ver el brillo de mis ojos, el bucle infinito de mis deseos de volver a jugar o sentir el aleteo de mi corazón porque no pudo negarse.
Pero también debió percibir mi mente entumecida por las múltiples variantes que pudieran darse durante el trayecto, quizás posiciones ralladas por un mismo haz de colores deslucidos, machacada por la necesidad de descubrir horizontes nuevos que me lleven a la victoria.
La certeza absoluta en este juego de Reyes, no existe.
En Preferente: Piratas A perdió con Canarias 64, Caissa Enroque perdió con Círculo A, Sauzal A ganó a Rey Ahogado y Al Shah Mat empató con Ébano A.
En Primera: Ébano B gana a Fundación A, Caissa Enroque empata con El Recreo, Sauzal B pierde con Victoria 94 A y Al Shah Mat empata con Playa San Juan A.
En Segunda: Piratas B pierde con Fundación Cajacanarias B, Santa Úrsula gana a Chiñaco Buenavista, Aurora pierde con Victoria 94 B y Al Shah Mat C pierde con Ébano C.
En la categoría Cenicienta: Caissa enroque gana a Centro Icodense, Ébano D gana a Escaque A, Sauzal C gana a Benito 2014, Sauzal D pierde con Los Laureles, Ébano Viña Nava empata con Arona Chess, Al Shah Mat pierde con Canarias 64 B, Playa San Juan B gana a Fundación C y descanso para santa Úrsula Badnor B.
Avanzamos casilla a casilla, sorteando lo inesperado y muchas veces sorprendidos porque nuestra mano y nuestra mente no van acompasadas. Nunca he creído en la suerte, pero hoy sentí que Tyche se ponía de mi parte para empujarme más y más adentro, más y más lejos sin que yo se lo pidiera.
Oteé al frente y mantuve la vista fija en una línea imaginaria que se perfiló ante mí. Y me pareció ver dos mundos enlazados por el mar, pero opuestos, diferentes, con oportunidades distintas de las que disfrutar.
Pero la diosa de la fortuna es como el agua que se te escapa entre los dedos sin remedio, como una partida de ajedrez donde lo ganado y lo perdido comparten una fina línea a veces entremezclada.
Aquí estoy sentada en un banco de los que se empuñan al paseo marítimo para acoger a los que, como yo, se detienen a analizar. Cuando las brumas del horizonte se despejen y me muestren con claridad el camino volveré a embarcarme como cada semana.
Quizás me acompañe Tyche, aunque sigo sin creer en la suerte.
https://chess-results.com/tnr716271.aspx?lan=2&art=2&turdet=YES&flag=30